Pleno del Congreso de los Diputados. 10 de abril de 2018
El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señor presidente.
Esta iniciativa aborda un tema trascendental para la economía y el empleo de muchísimas familias, ya
que cuando hablamos del comercio minorista y tradicional estamos haciéndolo de un sector que
proporciona casi 2 millones de puestos de trabajo, que representa el 5% del PIB nacional y que, si bien
no puede negarse su evolución en ventas y empleo en los últimos años, sufrió pérdidas continuadas
durante más de cuatro años consecutivos en los momentos más graves de crisis económica.
La recuperación del comercio minorista es lenta y, sobre todo, inestable; solo en 2017, frente a siete
meses de incremento de ventas, tuvo cinco meses de descenso, lo que arrastra a las empresas hacia un
entorno económico inadecuado para programar su desarrollo futuro, invertir y crear empleo estable,
nuestra principal prioridad. Combatir tal desequilibrio exige profundizar en las medidas que se han venido
adoptando a través de una sucesión de planes integrales que comenzaron en 2013.
Hoy es inaplazable
la transformación digital del comercio minorista, como también es muy perentoria la regulación fiscal que
combata toda posibilidad ventajista de los grandes emporios tecnocomerciales, multinacionales muy
avezadas en la ingeniería de la economía digital contra las que nuestro pequeño comercio no puede
competir en igualdad de condiciones. Asimismo, es imprescindible una nueva planificación por parte del
Gobierno para hacer más efectiva la defensa de nuestros comercios con la recuperación de los periodos
regulados de rebajas, dar mayor seguridad a los consumidores y preservar a un sector en permanente
descuento y pérdida de capacidad económica. También es necesaria la derogación de la obligatoriedad
de declarar zonas de afluencia turística, que solo beneficia, como todas las medidas de liberalización de
horarios comerciales, a las grandes empresas de distribución. Se precisa, además, la regulación de los
centros comerciales abiertos como fórmula de probada eficacia en la colaboración público-privada para el
desarrollo del comercio y el entorno urbano, dotándolos de una normativa que permita adoptar la
fórmula BID anglosajona y que garantice una financiación estable pública y de aportación obligatoria.
Señorías, en el texto de esta proposición no de ley llama la atención que no haya una sola referencia
al Plan integral de apoyo a la competitividad del comercio minorista de España, que lleva un año de
vigencia y que implica prácticamente a todos los ministerios. Es inexcusable potenciar todas y cada una
de sus diez líneas estratégicas de actuación, de ahí que haya presentado una enmienda con una
especial llamada en los aspectos formativos relacionados con la economía digital, porque, aunque
España ha mejorado, nuestro país tiene déficit en el capital humano y en las habilidades tecnológicas
digitales. Nuestras carencias están señaladas en el Índice europeo anual de la economía y la sociedad
digitales, DESI, por lo que es apremiante corregirlas, al igual que urgen, tal y como señala la iniciativa,
las medidas contra la elusión fiscal en torno al comercio electrónico.
Muchas gracias, señor presidente.
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